
Con la voz cargada de esperanza y la mirada puesta en un futuro donde pueda volver a caminar, un joven yucateco de 26 años enfrenta el mayor reto de su vida.
Con la voz cargada de esperanza y la mirada puesta en un futuro donde pueda volver a caminar, un joven yucateco de 26 años enfrenta el mayor reto de su vida.
Con determinación y ganas de triunfar, un joven inició un negocio de micheladas que en solo dos semanas captó la atención de la comunidad