Así opera la venta ilegal de vapeadores en Nuevo León tras la reciente prohibición
La venta ilegal de vapeadores en Nuevo León continúa a pesar de la reciente prohibición federal en toda la nación.

A pesar de la reciente prohibición federal sobre la venta de vapeadores en México, algunos puntos de venta en la plaza comercial Sun Mall, en Guadalupe, siguen operando sin inconvenientes durante el día.
La falta de cumplimiento con la nueva legislación no solo genera preocupación entre autoridades, sino que también pone en riesgo la salud de los consumidores y socava los esfuerzos por regular el uso de estos productos.
Con variedad de sabores y modelos, los precios oscilan entre los 280 y los 430 pesos, lo que evidencia que, pese al marco legal, el comercio de estos dispositivos sigue encontrando espacios para mantenerse activo.
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¿Por qué siguen vendiendo vapeadores si la ley los prohíbe?
A pesar de la prohibición, la comercialización de vapeadores no ha desaparecido. Comerciantes afirman que la demanda no sólo se mantiene, sino que incluso ha aumentado desde que se difundió la noticia de la restricción.
Algunos vendedores aseguran que están deshaciéndose de la mercancía restante, mientras que otros admiten que continúan abasteciéndose a través de proveedores que operan fuera de los canales formales.
El vacío que deja la regulación en cuanto a la fiscalización y las estrategias de inspección ha permitido que estos puntos de venta sigan funcionando sin mayores contratiempos.
Las autoridades federales, por su parte, han reiterado que el objetivo de la ley es proteger la salud de la población, especialmente la de jóvenes que consumen estos productos con frecuencia.
Sin embargo, la realidad en las calles muestra que no es sencillo frenar de un día para otro un negocio que, en los últimos años, se consolidó como una alternativa popular entre consumidores que buscan sustituir el cigarro tradicional.
La falta de campañas informativas, aunada a una vigilancia irregular, ha contribuido a que vendedores consideren de bajo riesgo continuar operando.
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¿Dónde y cómo operan los puntos que siguen vendiendo vapeadores?
Durante el recorrido realizado, se identificaron múltiples puntos de venta que operan sin discreción.
Los establecimientos, ofrecen los vapeadores desde el mostrador lateral, donde los productos se encuentran al desnudo, pero disponibles para cualquiera que pregunte por ellos.
Los modelos ofrecidos incluyen dispositivos desechables de diferentes capacidades, presentaciones con efecto frío, sabores afrutados y ediciones que imitan marcas reconocidas, aunque no existe garantía de su autenticidad o calidad.
La conversación con los vendedores deja claro que estos operan bajo la lógica de “si el cliente lo pide, se vende”.
¿Qué opinan los consumidores ante la prohibición?
Entre los compradores consultados, predomina la percepción de que la prohibición no solucionará nada y que, en todo caso, solo encarecerá los productos.
Varios usuarios expresaron que el vapeo se ha convertido en parte de su rutina y que no planean dejarlo de inmediato; algunos incluso aseguraron haber comprado con anticipación antes de que la ley entrara en vigor.
Otros consumidores manifestaron confusión, señalando que no comprenden por qué los vapeadores fueron prohibidos por completo mientras continúa la venta legal de cigarrillos tradicionales, a pesar de que estos últimos también representan riesgos a la salud.
Esta incertidumbre refleja una falta de comunicación clara entre autoridades y población.
¿Qué sigue para las autoridades y los vendedores?
Mientras la Secretaría de Salud y la COFEPRIS reafirman su postura de vigilancia estricta, en la práctica se observa una brecha profunda entre la ley y su aplicación.
La persistencia de estos puntos de venta sugiere que será necesario reforzar operativos, estrategias de inspección y campañas educativas para disminuir la circulación de vapeadores.
Por ahora, el comercio persiste, los consumidores siguen acudiendo y los vendedores no parecen tener prisa en retirar los productos de sus estantes, extendiendo así una práctica que, aunque prohibida, continúa viva en distintos rincones del país.
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