La leyenda que narra un enigmático fenómeno auditivo del Panteón de Oriente de Durango
Esta es la leyenda que narra un enigmático fenómeno auditivo del Panteón de Oriente de Durango.
Durango tiene dentro de su historia un gran repertorio de leyendas y anécdotas históricas que se llevaron a cabo dentro del territorio duranguense, mismas que han sido parte de la fama de algunos lugares de la entidad.
Prueba de esto es la Catedral Basílica Menor de Durango, en la que se desarrollo la leyenda más popular de la ciudad, mejor conocida como Beatriz, la monja de Catedral, incluso posee un mirador turístico hacia la torre del templo en donde dicen que se aparecía su silueta.
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¿Cuál es la leyenda en la que se da a conocer un enigmático fenómeno auditivo en el Panteón de Oriente?
El maestro Manuel Lozoya Cigarroa fue el encargado de realizar una colección de libros en los que relataba las leyendas más populares de la entidad duranguense, libros que aún se encuentran a la venta en algunas librerías de Durango.
Y dentro de estos libros, se puede encontrar la leyenda del Rosario de las ánimas, que es en donde se relatan los fenómenos auditivos que ocurren dentro de esta anécdota en las inmediaciones del Panteón de Oriente.
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¿De que trata esta leyenda?
La leyenda del rosario de las ánimas dentro del Panteón de Oriente se desarrolla dentro de un Día de Muertos, un 2 de noviembre, cuando un hombre se dedicó a limpiar sepulturas durante ese día para obtener un dinero extra, el cual junta y guarda dentro de su chamarra.
Al momento de regresar a su domicilio, busca entregarle lo que habia juntado a su esposa, sin embargo, este dijo haber olvidado su chamarra con las ganancias en la última sepultura que limpio, teniendo que regresar por ella durante la madrugada al Panteón de Oriente.
Al saltar la barda del Panteón, comenzó a escuchar voces que rezaban a la par de su recorrido, rezos que salían de las tumbas del camposanto, una vez que se percato que su chamarra tenia el dinero, la tomó y trató de salir por la barda, sin embargo, pensó en no hacerlo por temor a que la policía pudiera observarlo.
Por esta razón pidió al vigilante el favor de que le abriera la puerta para salir, explicando el porqué se encontraba en este sitio, y al momento de contar de las voces que rezaban.
El vigilante le dijo, que tenia mucha suerte al haber escuchado el rosario de las ánimas, ya que pocas personas lo han podido escuchar.
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