El árbol nativo de Durango cuyo fruto usan como recipiente en algunos lugares
Este árbol de Durango ofrece, además de otras bondades, un útil recipiente natural
Si algo nos caracteriza a los mexicanos, es la capacidad de conservar las tradiciones y enseñanzas ancestrales, aprovechando lo que la naturaleza nos ofrece.
De ahí que, más allá de ver a los árboles como una fuente de madera y leña, aprovechamos sus propiedades medicinales, sus hojas, sus ramas, sus frutos y hasta la cáscara de ellos.
A los mexicanos, los árboles nos dan sombra, fuego, alimento, abrigo, hidratación, muebles, textiles, artesanías y hasta trastes y recipientes.
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El árbol nativo de Durango cuyo fruto usan como recipiente en algunos lugares
En durango crece una especie de árbol cuyos frutos tienen una cáscara dura, prácticamente maderable, algo entre el coco y la calabaza. Por ello, una vez consumida la pulpa de su fruto, la cáscara se utiliza como recipiente, con una increíble durabilidad.
Se trata de la Crescentia alata. Según la región donde se encuentre, este árbol es conocido como huaje cirial, tecomate, calabacero, morro o jícaro.
Es nativo del centro de México, así como algunos países del centro y sur de América.
¿Cuáles son las características de este árbol de Durango cuyos frutos se usan como recipiente?
Este árbol nativo de Durango llega a medir hasta 8 metros de altura. Sus ramas son frondosas y crecen un poco torcidas. Las flores suelen crecer también en su tronco así como su fruto, un pepo o calabaza esférica de hasta 10 centímetros de diámetro.
La madera de este árbol se considera buena como leña y resistente para la fabricación de muebles rústicos o estructuras ligeras. Así mismo, se utiliza frecuentemente para la elaboración de artesanías.
La pulpa del fruto es comestible y sus semillas se pueden utilizar para hacer aguas frescas.
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