La maestra Irma se negó a pagar extorsión, la mataron ¿Quién sigue?
Irma no murió sola: la mataron la impunidad, el miedo y la indiferencia del estado.
Se llamaba Irma Hernández, tenía 62 años, era maestra jubilada en Veracruz y para complementar su pensión decidió trabajar como taxista. El viernes 18 de julio fue secuestrada a penas del día enfrente del mercado sin que nadie pudiera o quisiera intervenir.
Pocas horas después apareció en un video arrodillada, rodeada de hombres armados con el rostro cubierto, le dictaron un mensaje, que pagaran la cuota, que no hicieran lo que ella hizo, resistirse a la extorsión. El cuerpo de Irma fue hallado el 24 de julio, la asesinaron, una maestra, una trabajadora, una víctima más de un sistema que no protege, que no responde, que no actúa.
No fue un caso aislado, fue un mensaje, uno que las autoridades conocen y cuyas consecuencias siguen sin poder detener. Hoy hablamos por Irma, porque no basta con sentir rabia, hay que exigir justicia.
Ahora fue una maestra jubilada y creo que con este y otros casos nos queda claro que víctimas podemos convertirnos cualquiera en cualquier momento, nos dediquemos a lo que nos dediquemos.
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