Familia viajó en mototaxi para participar en la Pasión de Cristo en Iztapalapa
Una familia de Chalco, Estado de México, se trasladó para la conmemoración 182 del viacrucis y convirtió su transporte en un cuarto de hotel.
José Luis Martínez, aprovecha los primeros minutos del amanecer del Viernes Santo para empezar a cargar su cruz de más de 100 kilos por una de las calles en las que participará en la Pasión de Cristo de Iztapalapa, misma que llevó a cabo su representación número 182.
Él viajó junto con otros cuatro integrantes de su familia a bordo del mototaxi en el que trabaja en el municipio de Chalco, Estado de México, para participar por tercer año consecutivo como uno de los más de mil nazarenos que forman parte de esta representación.
Superó el peligro de viajar por autopista con el frágil vehículo, que se convirtió literalmente en un hotel, ya que al no poder regresar anoche a su pueblo, decidieron quedarse a dormir en Iztapalapa utilizando algunas cobijas para hacer una casa de campaña.
Te puede interesar....
¿Por qué participa como nazareno en la Pasión de Cristo en Iztapalapa?
Su participación inició por la gratitud, tras haber recuperado su salud y también algunos de sus familiares.
Pedí que mi hermano estuviera bien de un accidente, también mi papá y yo un poquito, sí me cumplió.
José Luis Martínez - Participante de la Pasión de Cristo
¿Participan más integrantes de su familia en la Pasión de Cristo en Iztapalapa?
Dos hijos más actúan en la representación, uno como soldado romano y el otro también como nazareno y lo hacen en apoyo a su padre y a la gratitud que tiene por los favores recibidos. Si deseas saber más sobre el origen de la Pasión de Cristo en Iztapalapa.
Por eso cargaron con sus cruces por las calles, preparándose para los casi 30 grados de temperatura que se esperan para este día y el calor insoportable del piso, por donde caminarán.
Te puede interesar....
¿Se han lastimado por participar en el viacrucis?
José Luis muestra sus pies quemados con gran orgullo, como si el dolor lo hiciera ser diferente y poderoso, de hecho varias personas pasan por la misma situación en la Pasión de Cristo en Iztapalapa. Las plantas tiznadas, que en un rato estarán con ampollas, no le preocupan, porque siempre encuentra cura para seguir adelante.
También hay quienes cargan la cruz que otros habían cargado y que tras su fallecimiento continúan con esta tradición que los divide entre el dolor, el cansancio y el orgullo de mantener viva la representación.
Una esquina ubicada frente al Jardín Cuitláhuac, reúne a más de una docena de cruces de diferentes tamaños y pesos en las que fotografías y mensajes cariñosos recuerdan a personas que ya no están físicamente, pero que a cada paso que realizan sus seres queridos mantienen vivo ese recuerdo.
Te puede interesar....
